El consumo de drogas puede tener
consecuencias devastadoras tanto a nivel físico como psicológico. Estas son algunas de las secuelas psicológicas más comunes:
Trastornos de ansiedad y depresión:
El consumo de drogas puede aumentar el riesgo
de desarrollar trastornos de ansiedad y depresión. Las
sustancias alteran los neurotransmisores en el cerebro, afectando el
estado de ánimo y la estabilidad emocional.
Aumento del riesgo de suicidio:
Las personas que consumen drogas tienen un
mayor riesgo de ideación suicida y comportamientos autodestructivos. La
desesperanza y la falta de control pueden llevar a situaciones peligrosas.
Trastornos de personalidad:
El abuso de drogas puede afectar la
personalidad y el comportamiento. Algunas
personas se vuelven más impulsivas, agresivas o inestables emocionalmente
debido al consumo continuo de sustancias.
Problemas de memoria y concentración:
Las drogas pueden afectar la función
cognitiva, dificultando la concentración, la memoria y el aprendizaje. Esto
puede afectar la vida académica y laboral de quienes las consumen.
Trastornos psicóticos:
El consumo prolongado de drogas puede
desencadenar trastornos psicóticos, como alucinaciones, delirios y
pensamientos desorganizados. La esquizofrenia por consumo de sustancias es un
ejemplo de trastorno mental irreversible.
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